viernes, 9 de septiembre de 2011

la tendresa de les paraules

Recuerdo que el sol quemaba, estaba sola y tenía unas ganas infinitas de lluvia. Se me escapaba el humo del cigarro entre los labios mientras me venía a la cabeza aquella frase que había encontrado removiendo papeles viejos: He perdut el fil d'una pila de vides que em servien d'abraçada, i ara hi ha tardes que sento que em falten capes sobre la pell. Me quedé absorta mirando la ceniza y la taza de café. Pensé que si hubiese bajado del metro un par de paradas antes, me habría sentado a desayunar en la terraza de aquel bar chiquitín, al lado de su trabajo. Podríamos habernos cruzado por la calle; con suerte, hasta podríamos haber coincidido en el bar. La habría abrazado con la mirada y le habría dicho a silencios que m'enamora el seu tarannà (perquè hi ha ulls, i mirades, i somriures i veus i cadències i paraules -la tendresa de les paraules-, que enamoren). Pero estoy aquí, me dije, porque hace tiempo que dejé de jugar a perseguir casualidades. Seguí mirando absorta el hilo de humo del cigarro al consumirse, me quedaba medio dedo de café en la taza y tres o cuatro notícias en el periódico. Creo que fue por aquellos tiempos cuando me enganché a la nostalgia, a la maldita nicotina del echar de menos...

3 comentarios:

  1. Bueno, lo que tenga que ser será ¿no?

    Por cierto soy Pérfida
    Un saludo coleguita

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  2. ahora que he dejado de fumar, me da por engancharme de tanto en tanto a la nostalgia. Sé que es un sin sentido, así que intento desembarazarme de ella y cuando ya no puedo más y me rindo, vengo a leerte.

    :*

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  3. Te seguía en silencio en tus otros blogs, hasta que el otro día encontré este más actual!

    Me ha encantado esta entrada. Sé que vengo a leerla meses después de que la escribiste, pero la leo justo cuando tenía que ser..

    Saludos desde México!

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