martes, 10 de diciembre de 2013

canino

«Decir esto –pero, sobre todo, escribirlo– me proporciona algún grado de angustia, porque es aceptar que yo no pertenezco a nadie, a nada y que nada me pertenece, excepto el reloj y la butaca. (...) Esto debe de ser la soledad, de la que tanto hemos hablado y leído sin llegar a intuir siquiera cuáles eran sus dimensiones morales. Bueno, pues la soledad era esto: encontrarte de súbito en el mundo como si acabaras de llegar de otro planeta del que no sabes por qué has sido expulsada.»

Juan José Millás, La soledad era esto


La única solución para no ver algo cuando no se puede desviar la mirada de ese punto fijo es cerrar los ojos. Apretar fuerte los párpados y aguardar en la oscuridad. De niña siempre me pregunté cuál era el color de la ceguera, porque estaba segura de que tenía que tener algún color. Me imaginaba el vacío –la nada– como una sábana inmensa pero me faltaba saber de qué color pintarla. Me dijeron que era negro. Negro el universo, negro el vacío, negra la nada. Y yo pensé que si algún día me quedaba sin vista teñiría mi ceguedad de azul marino. Pero ahora cierro los ojos para no ver lo inmirable y la oscuridad es tan intensa que circula por las venas absorbiendo cualquier destello de luz. Y me muerdo el puño para no hablar, para no gritar a los cuatro vientos las palabras prohibidas que nos ahogan a todos: tabúes y mentiras que quieren salir del cuerpo pero no los dejo, tanto miedo y tanta asfixia pasando de los colmillos otra vez a la piel, a los huesos de los dedos que se quedan marcados con la huella de los dientes. Pronto desaparecerá la marca pero volverá a estar dentro lo indecible y lo inmirable y lo imborrable: anorexia-amputación-psiquiatra-sangre-pena-histeria-silencio. Silencio negro y los labios y los ojos y los puños como ostras para que no se escape nada. Que no salga nada de mí para que no se rompan las paredes de cristal de bohemia. Debe de ser esto la soledad: aceptar que no pertenezco a nada y que nada me pertenece, excepto la oscuridad de mis ojos cerrados y las estalactitas de mi invierno interior. 

1 comentario: