jueves, 6 de febrero de 2014

como si nada

Todavía no sé de dónde saqué las fuerzas, después de todo, para levantar la cabeza y hablarle como si nada. Como si no hubiese pasado nada. Era abril pero no fue bonito. O quizás sí, seguro que algo de estético tenían todos aquellos morados floreciendo como primaveras en las entrañas, la rabia convertida en flor carnívora para devorarlo todo. No sé, va pasando el tiempo y hay cosas que no se marchan. Las quieres echar pero están ahí, dentro de ti. Aunque las llores dejan su poso, cicatrices que no se borran ni frotando con lejía. Después de la peli del otro día me quedé pensando si el dolor es una opción, si se puede elegir sentirlo. Es tan abstracto y a la vez tan material... A veces piensas que se ha ido y cuando menos te lo esperas vuelve a por ti, puñales oxidados clavándose en la conciencia. Y por un segundo te quedas inmóvil, sin saber qué hacer, si elegir sentirlo o levantar la cabeza y hacer como si nada. Hablar, caminar, sonreír. Concentrarte en el rojo-sangre que también es rojo-cereza y seguir pa'lante. Como si no hubiese pasado nada. Como si hubiese pasado todo. Al fin y al cabo, volverá a llegar abril y quién sabe si esta vez va a ser bonito.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario